Todo un orgullo dedicarnos a la danza del vientre…

Title "danzadelvientre" Alt "danzadelvientre"

Hoy he leído un artículo publicado en el mundo sobre el «Diario de una madre inexperta». En él la protagonista nos explica su experiencia sobre el sobrepeso del post parto, sobre todo desde la experiencia de una amiga suya.

Seguro que hay más de una mujer que no está cien por cien conforme con su peso o con su cuerpo. Muchas veces tenemos que escuchar comentarios de otra gente que nos pueden hacer daño, en mi caso siempre me ha pasado, pero por estar delgada. Mi cuerpo es como es, me alimento bien, y no solamente el cuerpo,  sino también la mente y el espíritu.

Unos de los comentarios que más me ha llamado la atención en esta historia es el del cuñado de la amiga protagonista, literalmente le dice: «dedícate a hacer la danza del vientre, a los moros les gustan con barriga».

Si queréis leer la historia completa podéis hacerlo en el enlace indicado en el primer párrafo.

Me gustaría destacar el título del artículo: «Que yo esté así es por tu culpa».

La culpa, gran victima de los fracasados. Y digo fracasados porque desde la culpa y la culpabilidad a los otros y a uno mismo no se consigue nada. Fue justamente hace un año y medio aproximadamente cuando conocí el significado y práctica de la palabra «Responsabilidad».

Mientras echemos la culpa a otros no seremos capaces de mejorar y avanzar en esta vida. La responsabilidad nos ayuda a ser conscientes de nuestras equivocaciones y las del resto, a mejorar esa situación, cambiarla y celebrar nuestro cambio. Ese es el proceso, ver, actuar y ser conscientes.

«Había convertido su aspecto en un cúmulo de todo lo que no quería ser. Miraba las revistas y hasta en los anuncios de ropas para embarazadas, parecían modelos perfectas (es que lo son, le dije, llevan una barriga falsa). Ella quería ser delgada, bronceada, con pecho generoso, cintura estrecha y piernas largas, en versión 1´60 (que es lo ella mide). Lo peor es que los hombres que tenía a su alrededor, más que ayudarla a aceptarse y quererse, la hacían sentir aún peor. (PASIÓN DANZA ORIENTAL: No podemos culpar a los demás de sentirnos como nos sentimos, pues somos nosotros quien sentimos, no el resto, de nosotros depende cambiar ese sentimiento que nos hace sentir mal).

Sentadas en aquella cafetería acabé por enfadarme. Primero con ella, porque puedo aguantar un rato de autocompasión, pero no el que no decida solucionarlo. Si no estás a gusto con algún aspecto de ti o tu vida, ponte manos a la obra y arréglalo (PASIÓN DANZA ORIENTAL: Hazte responsable y cambia, consigue lo que quieres para ti, lo que te hace sentir bien, por y para ti, no para el resto). Si algo he aprendido de mi marido, es que quejarse sólo conduce a quejarse más (PASIÓN DANZA ORIENTAL: Aquí eres una víctima y no pones solución). Como bien dice él: ante los problemas soluciones, no más problemas».

Mamás, como dice la autora de este texto: «Tú cuerpo es el fruto de algo tan hermoso como concebir una vida, los hombres deberían adorarte como una diosa, no denostarte por tu peso. Has sido capaz de crear un bebé, algo milagroso. A partir de ahí, debes poner freno a tu autocompasión y dedicar tus esfuerzos a ser feliz, bien aceptándote cómo estás, bien poniéndole remedio.»

Fuente imagen: bailadanzadelvientre.blogspot.com